Branding

Branding es el término empleado para referirse al proceso de construir una marca.

El Branding en realidad, no lo construyen los diseñadores gráficos, que solamente intervienen en una pequeña parte de la tarea. El branding lo construyen, día a día, las propias marcas. Con cada decisión que toman, con cada actuación que realizan, con su manera particular de llevar a cabo las tareas y los distintos procesos, que son intrínsecos de la empresa y diferentes a los de otras marcas u organizaciones.

El branding se va construyendo o formando constantemente. Con las campañas publicitarias que se implementan, los distintos softwares y herramientas que se utilizan, los propios protocolos de diferentes tipos que se llevan a cabo y una cultura de empresa única y diferenciada.

Hoy en día, distinguir los productos es cada vez más difícil y aumenta el protagonismo de la marca y su capacidad de contar su propia historia y de transmitir emoción.

En nuestro estudio de branding ayudamos a las marcas a construir su propio discurso o relato y a diferenciarse por medio de la identificación de su propuesta de valor y una comunicación creativa y eficaz.

Para ello utilizamos metodologías y herramientas como Design Thinking, Service Design, Brand & User Experience, Branded Content y Social Media Management.

Para conseguir que una marca sea apreciada, debemos dotarla de un propósito, la marca tiene que saber «para qué» está haciendo lo que está haciendo, el motivo de su existencia.

Este propósito está por encima de los productos o servicios que comercializa que se convierten en simples herramientas para facilitar la consecución de tal propósito u objetivo de valor.

A veces no se trata de encontrar respuestas si no de que surjan nuevas preguntas, cuestionamientos e interrogantes que hacen que nos demos cuenta de cosas que antes no hacíamos.

El resultado de muchas de las prácticas que se emplean en un proceso de Design Thinking, muchas veces es inesperado y diferente a lo que inicialmente se pretendía pero en todos los casos resulta enormemente enriquecedor y de gran valor para las marcas.

Para realizar consultoría de Branding o consultoría de marca, LN utiliza una metodología derivada de Design Thinking que ha sido utilizada en los más avanzados laboratorios de innovación e ideas internacionales. Mediante distintos procesos de trabajo obtenemos la «Hoja de ruta de marca» que será la guía de acciones a realizar para conseguir el gran objetivo de branding: Que nos reconozcan y se produzca «engagement» entre marca y usuarios.

En LN desarrollamos proyectos de branding en los que contribuimos a crear y forjar la personalidad de las marcas para las que trabajamos. Incluye análisis o estudio de mercado y de la competencia, tendencias del sector y oportunidades.

En muchos proyectos de branding empezamos cuando la marca es tan sólo una idea abstracta y volátil en el pensamiento de nuestros clientes, en la fase de naming o creación de la identidad verbal, nombre o denominación de la marca se identifican y conceptualizan los atributos de valor que la marca debe transmitir. Más tarde le asociamos una simbología, unos colores, grafismos y otros elementos que conforman su imagen visual para que se reconozca y se diferencie de las demás marcas. En este momento empezamos a dotar a las marcas de valor y de sentido y poco a poco vamos construyendo la esencia de la marca.

Pero hoy en día, una marca debe tener su propia personalidad y debe poder diferenciarse del resto de competidoras por aspectos intangibles como son sus valores y compromiso. Los usuarios deben poder identificarlas de una manera emocional. Las técnicas de «Branding» ayudan a construir las marcas y su espíritu que va mas allá de sus propios productos, imagen corporativa, logotipos o elementos de comunicación.

En muchas ocasiones el desarrollo continuado de la imagen de una empresa u organización a partir del diseño de un logotipo culmina en la creación de una marca, por lo menos este es el fin de la mayoría de actuaciones que se hacen en este sentido aunque no siempre se consigue.

Una marca vale por lo que significa, por tanto, la auténtica dimensión de la marca no es ella misma sino la imagen que tenemos de ella.

Una marca es una entidad con dimensión social y es el resultado de un proceso colectivo de creatividad.

Una marca habrá logrado su objetivo si además de producir identificación entre los usuarios o consumidores de sus productos o servicios con ella, consigue que éstos además se sientan orgullosos y partícipes de la misma. En el momento que se establece una identificación entre marca y usuarios, esta marca adquiere una dimensión social trascendental.

Una marca expresa ideas, valores y conceptos que ha de aplicar de manera coherente. Una marca es un estímulo a la creación de vínculos sociales y de relación entre personas. Construir una marca es construir y consolidar vínculos entre individuos, es invitar a participar de algo en común, es crear una comunidad de valores compartidos, holística, total e integradora en la que «el todo» es más que la suma de las partes que la componen.

El cliente no compra productos o servicios, el cliente compra marcas y el conjunto de aspectos tanto racionales como emocionales que estas pueden ofrecerle. Para ello, deben tener muy trabajada su identidad corporativa con el fin de que el usuario perciba rápidamente aquello que transmiten.

Cada vez más, el consumidor se mueve por estímulos pasionales, más por el corazón que por la razón. El usuario se deja seducir por marcas que le atraen y con las que se identifica. Por marcas que hacen de su momento de compra una experiencia inigualable, de ahí la importancia de la identidad corporativa y el branding y el desarrollo de marca.

En un mundo cada vez más competitivo, sólo las marcas fuertes sobrevivirán, una buena gestión de la marca es clave del éxito de una organización. Una marca fuerte permitirá evitar entrar en la guerra por el precio o el producto o servicio con la consiguiente merma de calidad.

La construcción de una marca es muy compleja y son numerosas las variables que influyen y diversos los aspectos que configuran la percepción de la misma, sin embargo la propuesta de marca de cara al cliente debe ser clara y sencilla, se requiere un esfuerzo de síntesis, enfoque y coherencia.

Todos estas actividades en torno a la identidad de las empresas u organizaciones, la creación de marcas, etc. se agrupan hoy en día en lo que se denomina «Branding» que engloba tanto aspectos de imagen como de organización, estrategia, comunicación, etc.